En este artículo vamos diferenciar entre meditación y mindfulness y hablar de como aplicar esto en el autocuidado y la alimentación consciente.
¿Qué diferencia hay entre meditación y Mindfullness?
La Meditación es una técnica ancestral, una práctica contemplativa para cultivar el estado de Mindfulness. Hay distintas formas de meditar.
La traducción del término Mindfulness es “consciencia o atención plena”, se trata de “prestar atención de un modo particular, en el momento presente y sin juzgar”. Al ser un estado lo podemos practicar haciendo cualquier tipo de actividad.
Lo contrario al Mindfulness es un proceso de “piloto automático”, donde actuamos sin ser conscientes de pensamientos, actitudes, etc.
¿Cómo se aplica Mindfulness a le alimentación y hábitos de vida saludables?
Ser consciente a la hora de ingerir nuestros alimentos, cocinarlos, de los procesos que nos llevan a cambiar nuestros hábitos de vida (ejercicio o ingesta), de las razones que nos pueden llevar a comer más o menos, la ansiedad que puede provocarnos hacer dieta o comenzar nuevos hábitos al principio, son algunos de los aspectos que se trabajan cuando tomamos una actitud consciente alrededor de cómo nos cuidamos.
Las personas sabemos, por naturaleza, mantener nuestra salud y peso óptimo, lo que puede impedirlo es el modo de hacerlo automático, la influencia que pueden tener las emociones en ello (estrés, ansiedad, aburrimiento, tristeza, culpa…) y cómo podemos llegar a ver la comida/ejercicio como un enemigo o una vía de escape, en vez de un aliado que puede ayudar.
¿Qué pasa cuando una persona medita?
El término Mindfulness se refiere al hecho de prestar atención de un modo particular, en el momento presente y trabajando la concentración. Se trata de una herramienta mediante la cual, al llevar la atención hacia un objeto concreto, podemos aplicarlo a diferentes campos, como el autoconocimiento o autocuidado, estando más alerta de pensamientos negativos o ciertas emociones (ansiedad, aburrimiento, rabia, tristeza, culpa,…) que pueden llevarnos a cambiar nuestros hábitos o a comer más o menos, por ejemplo.
Lo contrario es un proceso de “piloto automático”, donde actuamos sin ser conscientes de pensamientos o actitudes, y donde las emociones pueden hacernos ver la comida o el deporte como un enemigo o una vía de escape, en vez de un aliado que puede ayudar.
Autocuidado físico y personal
Nuestra alimentación ha cambiado enormemente en los últimos siglos, actualmente siempre tenemos disponible una abrumadora cantidad de opciones para alimentarnos, algunas son más saludables, otras menos, unas más naturales, otras más procesadas… Y en un mundo en que todos parecemos ir siempre con prisa optamos por las opciones más rápidas y fáciles de preparar, las cuales no siempre son las mejores para nuestro organismo.
Nuestro cuerpo tiene la capacidad de sanarse y cuidarse a sí mismo si se sigue una dieta equilibrada, llena de nutrientes, con alimentos lo más naturales posibles y bajo consumo de grasas de baja calidad. ¿Qué tal si pensamos en los hábitos que seguimos en la alimentación? ¿Qué tal si cambiamos algunos aspectos?
Alimentación consciente vs modo piloto automático.
Otros aspectos a los que podríamos atender, mientras comemos, ya sea por las prisas o por la costumbre, es el conocido “piloto automático”. La mayoría de veces no somos conscientes de lo que comemos, lo hacemos de manera automática (como cuando conducimos por una carretera que conocemos, lo hacemos sin prestar verdadera atención), en todo caso, pensamos en ello después de haber comido y entonces aparecen pensamientos de reproche y culpabilidad como: “debería haber comido menos”, “ésto no es muy sano”, “me había prometido comer más verdura”, etc. Es aconsejable tomar consciencia de lo que comemos, prestarle atención. ¿Cómo? Desactivando el piloto automático, centrándonos en el momento presente, en qué comemos, explorando esas sensaciones, el cómo sabe, cómo nos hace sentir, qué aporta a nuestro cuerpo…
Ya que nuestras costumbres son más diferentes a éstas, es normal que cueste hacer ese cambio hacia una mayor consciencia al principio, estamos acostumbrados a comer viendo la tele, hablando con otros, o pensando en nuestras cosas, pero podemos también trabajar la atención plena, poco a poco. Los cambios bruscos no son necesarios al principio, podemos prestar atención a nuestra alimentación, y así ir notando cómo al ser más conscientes de lo que comemos, de cómo esto beneficia o daña a nuestro organismo, comeremos mejor, porque eso nos hace sentir bien, contribuye a un mayor estado de salud y bienestar.
Hablamos de cambios en hábitos y rutinas, hablamos de ser conscientes de lo que comemos, los beneficios, como la mejora de la salud, el mejor estado de las arterias, la pérdida de peso y demás, irán llegando.
¿Cómo aprender a meditar para principiantes?
La clave está en la practica, y si está es guiada mejor.
Tanto si estás empezando como si llevas un tiempo practicando Mindfulness, únete a esta práctica. Dejamos espacio también para la reflexión y el tratamiento de aspectos puntuales a través de un tratamiento personalizado en consultas individuales y/o grupales.
Si vives en Valencia en nuestra clínica formamos GRUPOS Y SESIONES DE MEDITACIÓN dirigidos por una psicóloga PROFESIONAL DE LA SALUD MENTAL e INSTRUCTORA MINDFULNESS.
Vivimos en un mundo lleno de prisas, aprendamos a tomarnos un momento para cuidarnos.
La atención consciente puede ayudar en este proceso de toma de consciencia y equilibrio emocional y físico.